Los CAE son documentos que acreditan una reducción real y verificable del consumo energético. Cada certificado representa una cantidad determinada de energía ahorrada, que puede monetizarse en el mercado energético regulado.

Pueden generar CAE las empresas o entidades que realicen actuaciones de eficiencia energética —por ejemplo, sustitución de equipos, mejora de instalaciones o modernización de procesos—, siempre que dichas actuaciones estén reconocidas en el catálogo oficial del MITECO.

Además del impacto ambiental positivo, los CAE permiten obtener ingresos adicionales por las mejoras en eficiencia, optimizar la inversión realizada y reforzar el compromiso de sostenibilidad de la organización.

El proceso incluye la verificación técnica del ahorro energético, la certificación por un Sujeto Delegado y el registro oficial en el Sistema Nacional de CAE. Todo el procedimiento garantiza trazabilidad, transparencia y cumplimiento normativo.

El sistema está abierto a sectores industrial, residencial, terciario, agrario y transporte, con medidas específicas definidas para cada uno según el tipo de ahorro obtenido.

Una vez generados y validados, los CAE pueden ser vendidos a sujetos obligados (empresas energéticas que deben cumplir objetivos de ahorro), permitiendo transformar los ahorros energéticos en un retorno económico tangible.